sábado, 23 de mayo de 2009

Nuestra tierra es la "Tierra" de Dios


Jesús no sabe pensar en el Padre
sin pensar en los suyos.
Somos para ellos mucho más familia
que la que ellos son para nosotros;
nos aman mucho más de lo que les amamos.
Padre no es un título vacío
que va unido, sin más, al de Creador.
Es una opción personal añadida.
Creemos que cuando muramos
iremos a vivir para siempre en el mundo de Dios,
pero no acabamos de creer que en este tiempo
y desde siempre, nuestra tierra es el mundo de Dios.
Jesús ha tenido esa experiencia,
y acostumbrado como estaba
a hacer en todo la voluntad del Padre,
ha aprendido a pensar como Él
y a descubrir en su vida qué es lo que quiere Él.
Y ha descubierto, además,
que no quiere quedarse al margen;
que le encanta hacer con nosotros
todo lo que nos pide hacer.
Es la oración más bonita:
pedir a Dios que tome parte en todo.
No le conocéis como yo le conozco,
parece decir a los suyos...
Seguid pidiendo al Padre en mi nombre
lo que hasta ahora me pedíais a mi,
y pronto descubriréis
que podéis pedírselo directamente a Él,
porque ama entrañablemente
a cuantos me aceptáis y amáis a mi...