sábado, 28 de febrero de 2009

Primero ¡HAZ!...luego ENTENDERÁS




¿Por qué el desierto, por qué el ayuno...?
No me preguntéis a mí por qué hemos de empezar por ahí,
ni se lo preguntéis siquiera a Dios.
El Espíritu empujó a Jesús al desierto
y no consta que le preguntara ni le explicara el por qué.
Jesucristo no obró nunca por cuenta propia,
lo suyo era hacer la voluntad del Padre.
Y eso no por ser Hijo de Dios, sencillamente era hombre de Dios.
No entenderlo, por parte nuestra,forma ya parte de lo que somos.
Por ser como somos, hace ya mucho tiempo
que no entendemos los pensamientos de Dios.
Jesucristo nos lo dijo con toda claridad:
Pensáis como los hombres, no como Dios.
Ve al desierto, haz ayuno...y descubrirás que merecía la pena.
¡Ah¡ y descubrirás que los caminos de Dios
son los verdaderos caminos del hombre.
Descubrirás que no somos tan diferentes de Dios;
tal vez hasta llegarás a descubrir que no es ningún cuento
eso de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios

viernes, 27 de febrero de 2009

Cuerpo, espíritu... ¿no pueden ser los mejores amigos?


El ayuno no es moneda de cambio.
El mal que hacemos a otros no se arregla
haciéndonos a nosotros mismos idéntico mal.
Ayunar no nos absuelve
de todas las hambres que hacemos pasar,
como ir al desierto tampoco nos absuelve
de la soledad en que hacemos vivir a los demás.
Es otro el sentido que hemos de dar al ayuno.
Hoy me gustaría tocar un punto...
El cuerpo no es el barro que sólo sirve de lastre.
Muchos dicen que el cuerpo repercute en el espíritu,
y siempre para su mal, eso dicen con frecuencia.
¿Quién ha dicho y dónde está escrito
que el cuerpo no puede colaborar para nuestro bien?
Ayunar es como el sentarse del cuerpo
al lado de su "mitad",
velando su sueño, sus pesadillas, sus angustias,
y diciéndonos al oído las palabras que él también oyó...
Yo también soy obra de Dios, ¿sabes?
cierra tus oídos a mis gritos de hambre
y ábrelos a Dios... tú y yo necesitamos su palabra
mucho más de lo que yo necesito pan.

Y abrázate a tu cuerpo, déjate abrazar por él...
¿Por qué han de vivir como enemigos
dos tan buenos amigos?

jueves, 26 de febrero de 2009

¿Un camino que no lleva hacia la vida?. No es camino


Dios y la vida van siempre unidos.
Tratar de separarlos, aun cuando sólo sea en el tiempo:
ahora la vida, después Dios, aquí la vida, allá Dios,
supone ver en Dios un obstáculo
para poder vivir en plenitud la vida.
Se ha llegado así a una separación mucho más seria:
primero la vida, en segundo lugar Dios.
No morir se convierte en obsesión;
la vida solo tiene ya un sentido, no morir.
Pero la vida, desconectada de su fuente,
camina inevitablemente hacia la muerte,
no sólo hacia el final de su camino temporal
Tal vez no lo percibamos, pero a nuestro alrededor,
en la historia de la humanidad,
tenemos ejemplos más que evidentes
de a dónde nos está llevando una vida sin Dios.
"Hoy pongo ante ti dos caminos: la vida y la muerte".
Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes,
con tal que ames al Señor, tu Dios,
escuches su voz y le seas fiel.
(Deuteronomio 30, 15...)

miércoles, 25 de febrero de 2009

Caminar sin saber a dónde vas, ¿es avanzar?







Dios avisa al hombre:
Yo conozco todos los caminos
y a todos los hombres que los han recorrido,
cuál ha sido el fin de cada uno.
Antes de escoger tu camino
debes conocer su destino.
Ni aun cuando quisiera, podría engañarte.
Yo soy la verdad.
La ignorancia no te hará libre...
¿Cómo podrás serlo si te niegas a ver?

Mi Cuaresma

Cuaresma no es ayuno
Cuaresma no es desierto.
Cuaresma es el principio del camino
para los que quieren hacerse personas siguiendo a Jesucristo
¿Seguirle requiere ayuno? Ayunaremos. ¿Seguirle requiere desierto? Allí iremos.
Ayunar no es no comer; es dejar de comer lo que nos hizo otros,
para empezar a alimentarnos de todo aquello que nos hace nosotros.
Una persona muy querida me ha dicho, sin decir que hacía cuaresma:
Ahora estoy mucho en el tiempo de buscar mi nuevo "yo"
en el ambiente en que ha crecido el anterior.
¿No creéis que eso se acerca mucho a la Cuaresma?