viernes, 22 de mayo de 2009

"Revivir " su vida

Estar con Dios en un mundo sin Dios
nos parece no sólo soportable, sino apetecible.
Jesús se ha ido, nos ha dejado.
Estamos en el mundo en el que estaba Jesús,
y en la misma situación en que estaba Él...
Seguro que los Apóstoles
supieron algo más de Jesús cuando se quedaron sin Él...
Sí sabían que estaba con ellos, pero no era como antes.
Jesús debía echar de menos a su Padre
mucho más de lo que ellos
le encontraban a faltar a Él...
Tal vez empezaron a comprender el drama de Jesús...
Tenemos la impresión, y no sé por qué,
de que Jesús estaba por encima
del rechazo que experimentaba por parte de tantos...
Amaba a los hombres más que nosotros,
sufría por su situación más que nosotros.
No está hablando de memoria;
sabe lo que es querer y no poder,
soñar con el Padre y su Reino,
verle cada día a la puerta de casa
esperando al hombre, el hijo que marchó,
y ver cómo el hombre no tiene prisa...
pocos, además de él, caminan hacia el Padre.
Debía parecerle imposible que pudieran vivir
sin pensar ni siquiera en el Padre... ¡imposible!
El hombre tenía que estar muy lejos de Dios
cuando le costaba tanto el camino de vuelta.
No se trata de llorar, se trata de vivir con toda el alma,
se trata de tener fe en que ese mundo nuevo llegará,
de que por fin el hombre emprenderá el camino a casa.
Se trata de creer que merece la pena "revivir" su vida.