jueves, 30 de abril de 2009

Buscando a Dios... por caminos de verdad

Así escribía Santa Catalina al Papa Urbano VI:
"Personas que busquen a Dios y no los honores,
cuyo camino sea la verdad, no la mentira."
No se trata de diferencias respecto de los demás
que han de tener los Pastores;
se trata de que sean personas que amen estas virtudes
porque son las que han de cultivar en los demás.
El hombre camina hacia la "humanidad"
en la medida en que camina hacia Dios;
y sólo se hace por caminos de verdad.
Alguna vez lo he escrito,
pero me encanta repetirlo en este momento:
"Señor, dame ser un cristal sumergido en la luz;
que la luz me penetre y me de su fulgor.
que no empañe el color de las cosas, Señor.
¡Que mi ser, hecho luz, se difunda en redor!
Así decía un cantautor hace años; ¡precioso!
Es una manera de ser
que no está reservada a nadie;
sólo a quien desea serlo... si no deja de pedirlo.
El pensamiento de Santa Catalina
no deja de ser más amplio de lo expresado...
Si no amas el bien, ¿cómo puedes hacerlo?
Si no amas la verdad, ¿cómo puedes ayudar a descubrirla?
Si no...
¿Por qué no continúas?

miércoles, 29 de abril de 2009

Una vida que se da, ha de ser una vida muy viva...


Viendo la vida que Jesús vivía,
parece difícil entender cómo no se daban cuenta
que la vida de aquel hombre
no tenía nada que ver con las nuestras.
Debía tener algún secreto,
y por lo visto no estaban nada interesados
en saber dónde estaba aquel secreto.
¿Motivos? ¡Quién lo sabe!
No les interesaba aquella vida,
aquel hombre no tenía igual...
Ellos tenían bastante con sobrevivir.
Nosotros vivimos en otros tiempos
y se nos dice lo mismo.
Muchos ya han renunciado a oírlo,
otros prefieren una vida que pueda vivirse
antes que una vida que exija darse...
Y no se puede ver antes de creer.
Pero cuando crees al Señor,
comprendes su misterio... ¡no hay misterio!
La vida se vive mucho mejor dándola.
Y esa es la vida que él viene a ofrecer,
una vida tan rica, tan viva, tan abundante
que se puede dar sin miedo a perderla.
Es el secreto de una vida para siempre.
¡Ojalá que nuestra vida sea el mejor icono
de una vida inagotable!

lunes, 27 de abril de 2009

Desde su trono María mira a todos los pueblos de la tierra...


Cuanto más cerca se está de Dios,
tanto más se participa de los sentimientos de Dios.
"Desde su trono de gloria, María mira
a todos los que pueblan la tierra..."
Así rezábamos esta mañana en la oración de Laudes
Ha aprendido muy bien de Dios a estar atenta a todos los hombres.
Es mirada de madre, mirada de amor,
es mirada de preocupación, mirada atenta,
que abrazando a cada uno,
trata de unirnos a todos en lo que somos... su familia.
Esa mirada, amigos, no tiene precio,
vale más que todos los tesoros del mundo.
Es una mirada que te atrae, te transforma
y hace que tú también fijes tu mirada en todos
mirándoles desde el corazón mismo de Dios, de María.
Esa mirada cambia tu vida, ya no puedes vivir sin ella,
vives para ella...
No importa que te lleve hasta morir
por no poder dejar de mirar así;
sientes que en vida y en muerte eres de Dios y de todos.
Tu vida, tus palabras, tu acción son de Dios,
porque tú eres ya posesión de Dios,
eres ya hijo y hermano.
Ser de María es ser ya de todos,
entrar a formar parte de aquellos
a quienes todas las generaciones
proclamaran bienaventurado.

domingo, 26 de abril de 2009

¿Quién será la mujer que a tantos inspiró...?

María es esa mujer...
Qué facilidad tan grande tenemos los humanos
para establecer diferencias entre nosotros.
No importa el motivo; lo importante es las diferencias.
Europeos, americanos, franceses, españoles,
gallegos, castellanos, catalanes, navarros,
padres, hijos, alumnos, profesores,
amos, trabajadores, ricos, pobres.
Si pasamos a otro terreno, no es que sea diferente;
Nuestra Señora de Montserrat, de la Merced,
María Auxiliadora, Ntra Señor de Queralt, de Núria...
Hasta pretendemos el apropiarnos del cariño de nuestra Madre,
olvidando que detrás de cada uno de estos títulos
sólo hay una misma y única Madre, la Madre de Jesús, la Virgen.
Siempre ha habido y seguirá habiendo guerras de religión;
en nombre de un mismo Padre, el padre de todos,
los hombre se odian, se persiguen, hacen la guerra, se matan.
Mal está que nos odiemos, que nos matemos;
pero tratar de justificarlo
poniendo de por medio a Dios, ya es demasiado.
Nuestra Señora de Montserrat
es la Virgen del Pilar que habla en catalán...
Y al revés también es igual de verdad.
Soy un hijo de Dios nacido en Europa, en América,
en Francia, en España, en Galicia, en Cataluña...
Hijos de una misma familia nacidos en diferentes lugares.
Nadie es hijo de su tierra antes que de su padre y de su madre,
nadie está unido a la tierra más que a sus hermanos.
No importa dónde estemos,
estamos siempre en la casa de nuestros padres, en nuestra casa.
Sólo cuando mueren los padres
dejamos de tener nuestra casa... Cada uno tiene la suya.
Cuando mueren los padres, puede morir, también, la familia.
Mantengamos "vivos" a Dios, a María,
si deseamos seguir viviendo como hermanos.

Creo firmemente que Dios me ama entrañablemente

Jesús ya lo sabía…

El Padre no le había abandonado en ningún momento,

el Padre le había resucitado.

Pero los demás no lo sabían, tenía que decírselo.

No es salir por su honra, por su buen nombre,

es un mensaje de salvación…

Siempre había pensado en todos,

siempre se había fijado en todo.

Se había fijado en los enfermos,

se había fijado en los que sufrían,

en los marginados, en los condenados,

se fijaba en los hambrientos,

en los que iban a ser apedreados,

en una madre cuyo hijo iba a ser enterrado

en unos padres que están aterrorizados

ante el pensamiento de que su hija puede morir,

ante las lágrimas de dos hermanas que lloran por su hermano,

él mismo llora con ellas por el amigo muerto

y lo devuelve a la vida…

Aparece en la noche en un momento difícil para los suyos

aunque para ello tenga que caminar sobre las aguas,

y ahora lleva ya días apareciéndose a los suyos

que viven encerrados inmovilizados por el miedo.

Para mí es algo que últimamente me emociona…

Dios fijándose en el hombre,

en sus necesidades, en sus miedos…

Dios es así, actúa así.

No sé si Dios no puede hacer otra cosa

ni sé si Dios puede ser diferente del que es.

Pero sí se que quiere con todo el alma ser el que es,

hace con toda el alma todo lo que hace.

Es el mejor… hace lo mejor.

Y cuando nos hizo semejantes a él,

espera que pongamos el alma en ser los que somos

y que pongamos el alma en todo lo que hacemos.

Debe ser un momento particularmente feliz para Él

cuando alguien comprende que

amarle con todo el alma, con todo nuestro ser

es la manera más maravillosa de ser.

¿Dónde hay mayor libertad: en poder no ser los que somos

o en querer con toda el alma ser los que somos?

¿Nos importa algo no poder ser otros

o no poder llevar una vida diferente,

si queremos con toda el alma ser los que somos

y vivir con toda el alma la vida que vivimos?

Parece que en las palabras que les dirige

les esté diciendo: sabéis que os amé con toda mi alma;

y este es mi testimonio: vuelvo a estar con vosotros

apenas mi Padre me ha devuelto la vida.

Sigo viviendo lo que viví, mi vida sigue siendo la misma,

seguís siendo para mí los que siempre fuisteis…

Sigo siendo para vosotros el mismo que siempre visteis que fui.

¡Vosotros sois mis testigos!

viernes, 24 de abril de 2009

¡Lo verdaderamente admirable es que Dios nos ame!


El que las cosas sucedan
como suceden desde siempre
no les quita ningún valor.
Unos granitos de trigo, sol, agua, tierra...
Eso es un pueblo que come, que vive...
¿No es suficiente milagro?
Pero sucede hace tanto tiempo
que a todo eso lo llamamos normal, natural.
¿Es natural que vivamos, o es también un milagro?
Amigos, detrás de la vida está Dios,
y me encanta que así sea,
porque así sé que no soy una casualidad,
así sé que soy importante para ALGUIEN;
¡así sé que soy importante!
y que los demás también lo son.
¡Qué gran milagro el de multiplicar los panes...!
Ese milagro es pequeñito.
La maravilla es que Dios se fije
en que el hombre tiene hambre...
Lo que menos le cuesta a Dios es darle de comer.
¿Qué creéis que le pasa al hombre?
Si hay tanta gente con hambre
no es porque los demás
no tengamos con qué alimentarles;
lo que nos falta no son alimentos,
nos falta sensibilidad, nos falta amor.

jueves, 23 de abril de 2009

Detrás un modelo... delante un sueño...


Los santos, amigos de Dios, son ante todo
un modelo para nuestras vidas.
Pero no conocemos su vida...
sólo la que el pueblo le atribuye.
No le recuerdan sólo por lo que fue,
sino porque todo eso que le atribuyen
desearían que se hiciera realidad en sus hijos.
Hombres y mujeres nacen en los pueblos,
pero no son los pueblos
los que hacen a sus hombres y sus mujeres;
son éstos los que hacen los pueblos.
Detrás de cada santo o santa que recordamos
está un sueño...
el que nos gustaría fuera nuestro pueblo...
Un pueblo en el que encontrara ayuda el indefenso,
justicia el que padece injusticia,
un puesto quien lucha contra la ignorancia
un hogar en el que poder vivir,
amar y sentirse amados,
un camino, unas huellas, un apoyo
quien busca a Dios y a los hombres.
¡Felicidades a quienes llevan su nombre!
Y felicidades, sobre todo,
a los que siguen sus huellas.

miércoles, 22 de abril de 2009

El silencio es el Templo de la Palabra

Difícilmente ninguno de nosotros
hubiera podido hablar tanto
para responder a los interrogantes de Nicodemo.
Pero Dios es Palabra, y Dios es Amor.
Nicodemo se dio cuenta enseguida
que delante de Jesús
era mejor dejarle hablar
sin quitarle ni un momento de tiempo
con sus intervenciones.
Y acertó...
El silencio es como el templo de la Palabra,
entrar en el silencio es como entrar en ese templo.
Y todo comienza a resonar...
Una palabra que no entra a través de los oídos,
sino siguiendo sus propios caminos;
parece que así la limitación
que nuestros oídos imponen con lo que pueden oír,
no es ninguna limitación a lo que Dios quiere decir.
Leía ayer cómo algunos llaman a ese silencio
no-silencio... aunque nada se oye,
la palabra nos llena.
Otros le llaman silencio habitado...
volvamos a decir que el silencio
es el templo de la Palabra, de Dios.
Y en él se oye de manera especial
lo que Dios nunca ha podido, no puede
guardar en su corazón...
"Dios nos ama... Dios nos ha enviado a su Hijo"
Debió ser una noche muy corta...
¡un instante de la eternidad de Dios!
Es imposible envejecer cuando se vive así el tiempo.

martes, 21 de abril de 2009

Dios es el único camino... y ¡quiere ser Camino!

Entender a los ancianos resulta difícil,
tanto como entender a los niños.
Y eso que los ancianos nos enseñaron a hablar
y nosotros lo hicimos con los niños...
Esa experiencia la tenemos bien clara...
¿Cómo poder entender a quien vive la eternidad
si nosotros vivimos tan solo el tiempo?
Para quien
no cree, esa diferencia es insalvable.
Dios es barrera infranqueable
para quien pretende conquistarla por sus medios.
Dios es el único camino para llegar a Dios.
Y Dios quiere que el hombre llegue
y Dios se hace camino, y nos tiende su mano
para que puedan llegar
todos los que se fíen y se pongan en sus manos.
Jesucristo es muy directo,
sabe que tenemos poco tiempo,
que nos cuesta decidirnos.
Yo lo sé, yo lo he visto, vengo de allí,
y no hay otro camino, dejarse llevar por el Espíritu.
Sólo los que creen en mí, tendrán vida eterna.
¿Qué nos ha pasado?
¿Cuanto tiempo hace que lo sobrenatural no forma parte de lo humano?
¿A qué distancia se encuentra el hombre de sí mismo?
Como el primer hombre seguimos huyendo del mundo que Dios nos hizo...
¿A qué distancia nos encontramos...?
Debemos estar muy lejos de nosotros y de nuestro mundo
cuando el Señor se ve obligado a decirnos...
Os hablo de vosotros, de vuestra tierra, y no me entendéis...

lunes, 20 de abril de 2009

¡Bautizados...!

¿No os gustaría la experiencia?
Todos los que vivimos en la tierra, al cielo.
Y todos los que viven en el cielo, a la tierra.
No sé que pensaréis vosotros;
para mí representaría un cambio total.
Se habrían acabado todas las crisis,
porque la auténtica crisis que tenemos
es una crisis de humanidad.
Todas las demás crisis, sólo permiten comprobar
cuál es el nivel de nuestra humanidad.
Lo leemos hoy en el Evangelio.
Nicodemus va en secreto a Jesús,
pero por suerte conocemos lo principal
de aquella entrevista...
... Es necesario volver a nacer... de lo alto.
Que es como decir llenar la tierra
de moradores del cielo,
de hombres y mujeres del Reino.
¿No lo iba a saber Jesús?
Es su encargo más encarecido:
Id por todo el mundo,
anunciad el Evangelio a toda criatura,
bautizadles en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Porque, no nos engañemos; el bautismo es todo eso.

domingo, 19 de abril de 2009

Aprender a ser los hombres nuevos que somos

Mirar atrás no es la mejor postura para ver
la novedad del tiempo al que hemos renacido
Jesucristo Resucitado parece diferente
del que tenemos en mente.
Le miras, le ves, pero ¡no es Él!
Para verle y reconocerle ha de dar él el primer paso.
Venimos de un ayer en el que el hombre no es el hombre
y era muy vago el recuerdo que tenía de Dios.
Era Dios quien tenía que manifestars.
Dios era zarza ardiente, Dios era nube, era maná, agua...
El hombre no podía resistir ni su presencia ni su voz.
Cuando Dios se manifestaba
el hombre no podía dejar de pensar en su propio pecado,
en los dos ángeles que le impedían volver atrás.
No es la mejor manera de ver, tratar de hacerlo desde el ayer.
Mirar a Jesús y no reconocerle se había hecho lo normal.
Jesús hubo de emplearse a fondo…
Comienza sin prisas; el hombre,
también los suyos, tenían que aprender
a mirar, a ver, a oír, a vivir;
tenían que acostumbrarse a su nueva situación.
Jesús, así lo parece, cree llegado el momento…
Recibid el Espíritu Santo.
Dejaos inspirar, dejaos conducir… Él os lo enseñará todo.
Id a todos los pueblos, anunciadles la verdad,
todo lo que habéis visto y oído.
Aprended a vivir entre todos
como yo aprendí a vivir entre vosotros.
Entrad en las casas de todos como yo entré en las vuestras,
hablad a todos como yo lo hice a vosotros,
perdonad a todos como yo os perdoné a vosotros.
vivid para todos… y hasta dad vuestras vidas por todos
como yo lo hice por vosotros.
Ofreced a todos la luz que yo encendí en vosotros.
Que todos os vean como mis enviados,
como vosotros pudisteis ver en mí al enviado del Padre.
Pasad a todos el mensaje, ¡volved a nacer, comenzad a vivir!

domingo, 12 de abril de 2009

Celebramos, en primer lugar, lo que celebra Dios

Jesús no vino para que todo continuara igual.
Entre el mundo que Dios pensó
y el mundo que nosotros hicimos
encontró muchas diferencias...
Él lo traducía diciendo:
vosotros sois de aquí, yo soy de allá...
Pero todos entendemos al oírlo
que no iban aquí las cosas demasiado bien.
Él hizo lo que tenía que hacer,
y era el único que podía hacerlo,
para que nosotros pudiéramos hacer lo nuestro.
Digamos que eso queda para mañana...
¿Y hoy?
Lo podéis imaginar. Lo primero felicitar a Dios
porque de nuevo Padre, Hijo y Espíritu
se han unido en estrecho abrazo.
Y de esos brazos... a los de María y José,
y a continuación ovación de gala
por todos los moradores del cielo,
por toda la creación...
En el cielo, como en ningún sitio,
hay un lugar privilegiado para el amor,
la fiesta y la alegría...
Y nosotros admirados, asombrados,
mirando a nuestro alrededor,
descubrimos que ha aparecido en nuestra tierra
un camino nuevo... el camino a Dios.
Y en la cima, esperándonos, el Padre, que rie... llora de felicidad.
¡Por fín los hijos pueden volver a casa!
¡Feliz Resurreción, Señor!

domingo, 5 de abril de 2009

No se muere sólo una vez...

La Pasión del Señor...
¡Pero si ya pasó hace 2000 años!
Pues sí, pero hoy ya estaba en el ayer.
Vosotros y yo, y todos los hombres de hoy
ya formábamos parte del peso de la Cruz
con la que iba cargado Jesús.
¿O creéis que sólo eran malos los hombres de ayer,
que los de hoy nada tuvimos que ver?
Y parece como si viviéramos ajenos a ello,
como si le dijéramos que no había para tanto...
Amigos: Jesús no vino a traernos nada
de cuanto pudiéramos obtener nosotros,
nada de cuanto los padres pudieran dar a sus hijos.
Pero todo eso no basta; nos lo grita él
con mucha más fuerza
de la que gritábamos hace 2000 años
pidiendo su muerte.
Si viéramos hoy el mañana
¡qué distintos seríamos hoy!
Pero él lo vio, él lo ve
y sólo puede ver, hablar, esperar.
No puede morir, sólo vernos morir,
y esa es su mayor cruz, su verdadera pasión.
No le importaría volver a morir,
pero ver morir a aquellos por los que él ya murió...
Ese es un padecimiento mucho más grande
que el de unos padres que ven morir a sus hijos;
porque sigue habiendo mucha diferencia
entre el dolor de unos padres y el de nuestro PADRE DIOS,
entre el amor de unos padres y el de nuestro PADRE DIOS.
Y pensamos que amamos...
No, mientras no nos duela tanto al menos lo que les negamos,
como nos hace felices el bien y la felicidad que les damos.

sábado, 4 de abril de 2009

Yo Le necesito, Tú Le necesitas... ¡Te necesitamos, Señor!

Han pasado casi 2000 años
Pero hay cosas que no han cambiado.
Necesitamos a Dios tanto como entonces.
Y siendo religiosos como entonces,
preocupados por las tradiciones religiosas
tanto como entonces,
necesitamos seguir preocupándonos por Dios
mucho más que entonces.
Necesitamos que Jesucristo venga a Barcelona,
a nuestras familias y a nuestros colegios...
Siempre resulta más fácil y menos comprometido
venir a reunirnos con él en las fiestas
que llevarle a casa o a las aulas, a la vida,
en los días de entre semana.
Sólo una billonésima parte de nuestro ser es barro;
todo el resto es Sabiduría de Dios, Espíritu o es vacío.
Nos quejamos de que no llegamos a casi nada,
se nos quedan cortos los días,
nos falta siempre espacio en las agendas...
No nos extrañemos
si lo único que ponemos en funcionamiento
es nuestro barro... y el vacío.
Lo de ser hombres nuevos, lo de volver a nacer
no es ninguna broma...
¿Dónde se nos ha quedado el Espíritu
que Dios nos infundió cuando sopló sobre nosotros?
Vuelve a Dios y dile que tenías mucha prisa...
que, al ver que te movías, que tenías lo que veías en todos,
no quisiste esperar tu ración de Espíritu,
pensaste que nada añadía ya a tu vida.
Volver a nacer es volver a nacer... pero completos.
Vuelve con él y verás que parte tan importante
de ti y de tu vida te has perdido
cuando te viniste sin él...
Y todos te recuperaremos a ti.

viernes, 3 de abril de 2009

¿Quién se extrañaba más?

Se extrañaban de que Jesús
llamase Padre a Dios
y les parecía blasfemo que se proclamase hijo de Dios.
A Jesús le extrañaba cómo podían no llamar a Dios Padre
y le extrañaba que no se llenasen de felicidad
y lo proclamasen a los cuatro vientos
sintiéndose hijos de Dios.
Jesús, es bien seguro, lo había oído cientos de veces
de María y de José.
Y se lo tomó muy en serio...
"¿No sabéis que debo ocuparme de las cosas de mi Padre...?"
Los demás le conocían como el hijo de José,
pero él se sabía hijo de Dios.
Puede que él no tuviera conciencia de ser
el que hoy confesamos que es: el Hijo de Dios, DIOS HIJO.
Pero tenía muy claro que Dios era su Padre y que él era su hijo.
No importa lo que Jesús supiese de sí
el Padre siempre lo tuvo muy claro
y se lo dijo muchas veces...
Muy pocas en público... ¿cuántas en privado?
Cada día más de una vez.
Ellos estaban dispuesto a matarle por lo que decía,
mientras él estaba dispuesto a morir
para que cuanto antes pudieran decirlo ellos.
El secreto para creerlo está en volver a casa
como un día el hijo pródigo y comprobar que,
aunque no nos hayamos sentido hijos
y nos hayamos conformado con ser siervos,
Él, desde siempre, ha sido Padre.

jueves, 2 de abril de 2009

Sal de tu tierra, Sígueme a la tierra donde Vive la vida

Jesucristo sabe perfectamente de qué habla.
Él ya sabe que va a morir;
ni habla, pues, de esa muerte, ni de esta vida.
Nunca ha vivido por libre,
la Palabra del Padre ha sido siempre su guía,
se ha dejado conducir por ella.
Lo que nos dice, una vez más,
es la maravilla que supone seguir en la vida
el rastro de Dios.
El ha visto el mundo que hay detrás de su Palabra,
ha visto el mundo y el hombre que hay
tras esa palabra,
Y ha visto la vida a donde nos lleva esa Palabra.
Y lo dice con total convicción: "Yo soy esa Palabra".
Seguidme y viviréis para siempre.
Aquellos hombres no entendían y, no sé por qué,
se erigen en portavoces de Abraham, Moisés y los profetas;
insisten en que murieron, sin preguntarles antes
si están vivos o murieron para siempre.
Jesús ya lo dijo, pero tampoco entendieron.
"Habláis del Dios de Abraham, de Moisés...
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos".
¡Están vivos los que declaráis muertos!
El mundo y el hombre son la respuesta de la nada
a la primera Palabra de Dios.
Hoy se nos dice a los hombres otra Palabra...
que nos llama a otra vida... "para siempre".
Una palabra que nos invita a salir de la esclavitud
y caminar a la tierra de libertad, la tierra de Dios.
Es la verdadera tierra prometida,
la única tierra de libertad, la tierra en que vive la Vida

miércoles, 1 de abril de 2009

Jesús nunca quiso ser el único... eso ya lo era.

Jesús sabe los efectos de produce
tener a Dios como suprema referencia.
Sabe qué grande se hace el corazón del hombre
cuando deja que el amor de Dios le llene.
Sabe lo fácil que se hace amar a todos,
lo fácil que resulta distinguir los amores falsos
del amor verdadero.
Sabe con qué libertad se llega a vivir
en medio de un pueblo agobiado por el peso
de tantas leyes y normas.
Sabe cómo cambia el rostro de Dios
al de un Dios Padre.
Un Dios que justifica cuando hace justicia
y cuya corrección nos hace buenos.
El lo sabe, lo ha vivido,
ha oído su voz que le ha llamado
"hijo amado, el predilecto".
Le ha hecho partícipe de todos los secretos
que llenan el corazón de un Padre...
Y Jesús no quiere ser el único que lo sabe,
el único que lo disfruta;
quiere que todos tengan la oportunidad de vivirlo.
Pero el hombre se resiste...
Ya es hijo de Abraham, no es hijo de esclava...
No nos bastó oírlo ayer... "No podéis ir donde yo voy".
¡Querer volver a oírlo hoy...!

Eso es en sí terrible: dejar de tenerle a Él;
no poder volver a oírle,
no tener ya la ocasión de rectificar nuestros errores,
perder definitivamente la oportunidad
de vivir la plenitud de vida que él vivía.