sábado, 9 de mayo de 2009

Jesús se toma mi vida muy en serio


Jesús no disponía de demasiado tiempo.

Tenía que hablar pronto y claro.

Y tenía que hablar a todos.

Encargó a los suyos que hicieron lo mismo:

Id por todas partes anunciando a todos...

Milagros hizo muchos,

muchos más que los que están escritos.

Los escritos responden

a lo que le pedían o adivinaba que deseaban.

Curar a los enfermos, dar de comer al hambriento,

resucitar a los muertos... ¿quién no lo deseaba?

Louis Evely escribía

A Jesús le resultó mucho más fácil

resucitar a los muertos que resucitar a los vivos.

Los vivos creen estarlo,

tienen su vida, la que desean;

¿para qué quieren otra vida?

Creer en la verdad es algo más

que creer en mi verdad.

Amar la vida es algo más que amar mi vida.

Cuando Jesús me ofrece vida

es porque ve que mi vida no es tal.

Jesús no ofrece nunca otra vida;

ofrece la VIDA, su vida.

Y no sólo la ofrece por mí... me la ofrece a mí.

Jesús no se toma nunca la vida en broma...

¡Y la nuestra se la toma muy en serio!