sábado, 4 de abril de 2009

Yo Le necesito, Tú Le necesitas... ¡Te necesitamos, Señor!

Han pasado casi 2000 años
Pero hay cosas que no han cambiado.
Necesitamos a Dios tanto como entonces.
Y siendo religiosos como entonces,
preocupados por las tradiciones religiosas
tanto como entonces,
necesitamos seguir preocupándonos por Dios
mucho más que entonces.
Necesitamos que Jesucristo venga a Barcelona,
a nuestras familias y a nuestros colegios...
Siempre resulta más fácil y menos comprometido
venir a reunirnos con él en las fiestas
que llevarle a casa o a las aulas, a la vida,
en los días de entre semana.
Sólo una billonésima parte de nuestro ser es barro;
todo el resto es Sabiduría de Dios, Espíritu o es vacío.
Nos quejamos de que no llegamos a casi nada,
se nos quedan cortos los días,
nos falta siempre espacio en las agendas...
No nos extrañemos
si lo único que ponemos en funcionamiento
es nuestro barro... y el vacío.
Lo de ser hombres nuevos, lo de volver a nacer
no es ninguna broma...
¿Dónde se nos ha quedado el Espíritu
que Dios nos infundió cuando sopló sobre nosotros?
Vuelve a Dios y dile que tenías mucha prisa...
que, al ver que te movías, que tenías lo que veías en todos,
no quisiste esperar tu ración de Espíritu,
pensaste que nada añadía ya a tu vida.
Volver a nacer es volver a nacer... pero completos.
Vuelve con él y verás que parte tan importante
de ti y de tu vida te has perdido
cuando te viniste sin él...
Y todos te recuperaremos a ti.