miércoles, 25 de marzo de 2009

Nuestra vida de jubilados


Alguien ha escrito en este blog:
"tout ça c'est ma nouvelle vie de retraité"
"todo eso es mi nueva vida de jubilado"... Encantador.
Nuestra vida de jubilados...
Recuerdo el día que me acosté siendo adulto
y desperté al día siguiente siendo... viejo.
Nada había cambiado en mí,
sólo que oficialmente estaba en otra lista.
La vida de jubilados es la oportunidad
de rehacer todo el trabajo que hicimos de adultos.
Aparentemente parece imposible,
yo también lo pensaba.
Pero estoy convencido de que
nada de lo que recordamos como ya hecho, pasado,
ha terminado mientras nosotros vivimos.
Tal como nos lo narra la Biblia,
Dios modeló al hombre de barro de la tierra,
y le salió una hermosa estatua,
pero estatua de barro... Todo parecía terminado.
Sin embargo faltaba lo mejor, soplar sobre ella...
Ya sé que no somos Dios, pero Él sí lo es;
y en Él no cuenta el tiempo.
Lo que hicimos hasta ahora sólo es el barro.
Todo lo que hacemos ahora, Dios lo va poniendo en nuestra obra,
la ya hecha, la que quisiéramos no haber hecho, o haber hecho de otra manera...
Nuestra vida de hoy Dios la hace su soplo
y la infunde en nuestra obra de ayer.
No es que sea mejor, es que Dios la hace obra suya.
Nuestro hoy tiene ese gran poder:
no sólo prepara nuestro mañana... rehace todo nuestro ayer.