domingo, 26 de abril de 2009

¿Quién será la mujer que a tantos inspiró...?

María es esa mujer...
Qué facilidad tan grande tenemos los humanos
para establecer diferencias entre nosotros.
No importa el motivo; lo importante es las diferencias.
Europeos, americanos, franceses, españoles,
gallegos, castellanos, catalanes, navarros,
padres, hijos, alumnos, profesores,
amos, trabajadores, ricos, pobres.
Si pasamos a otro terreno, no es que sea diferente;
Nuestra Señora de Montserrat, de la Merced,
María Auxiliadora, Ntra Señor de Queralt, de Núria...
Hasta pretendemos el apropiarnos del cariño de nuestra Madre,
olvidando que detrás de cada uno de estos títulos
sólo hay una misma y única Madre, la Madre de Jesús, la Virgen.
Siempre ha habido y seguirá habiendo guerras de religión;
en nombre de un mismo Padre, el padre de todos,
los hombre se odian, se persiguen, hacen la guerra, se matan.
Mal está que nos odiemos, que nos matemos;
pero tratar de justificarlo
poniendo de por medio a Dios, ya es demasiado.
Nuestra Señora de Montserrat
es la Virgen del Pilar que habla en catalán...
Y al revés también es igual de verdad.
Soy un hijo de Dios nacido en Europa, en América,
en Francia, en España, en Galicia, en Cataluña...
Hijos de una misma familia nacidos en diferentes lugares.
Nadie es hijo de su tierra antes que de su padre y de su madre,
nadie está unido a la tierra más que a sus hermanos.
No importa dónde estemos,
estamos siempre en la casa de nuestros padres, en nuestra casa.
Sólo cuando mueren los padres
dejamos de tener nuestra casa... Cada uno tiene la suya.
Cuando mueren los padres, puede morir, también, la familia.
Mantengamos "vivos" a Dios, a María,
si deseamos seguir viviendo como hermanos.

Creo firmemente que Dios me ama entrañablemente

Jesús ya lo sabía…

El Padre no le había abandonado en ningún momento,

el Padre le había resucitado.

Pero los demás no lo sabían, tenía que decírselo.

No es salir por su honra, por su buen nombre,

es un mensaje de salvación…

Siempre había pensado en todos,

siempre se había fijado en todo.

Se había fijado en los enfermos,

se había fijado en los que sufrían,

en los marginados, en los condenados,

se fijaba en los hambrientos,

en los que iban a ser apedreados,

en una madre cuyo hijo iba a ser enterrado

en unos padres que están aterrorizados

ante el pensamiento de que su hija puede morir,

ante las lágrimas de dos hermanas que lloran por su hermano,

él mismo llora con ellas por el amigo muerto

y lo devuelve a la vida…

Aparece en la noche en un momento difícil para los suyos

aunque para ello tenga que caminar sobre las aguas,

y ahora lleva ya días apareciéndose a los suyos

que viven encerrados inmovilizados por el miedo.

Para mí es algo que últimamente me emociona…

Dios fijándose en el hombre,

en sus necesidades, en sus miedos…

Dios es así, actúa así.

No sé si Dios no puede hacer otra cosa

ni sé si Dios puede ser diferente del que es.

Pero sí se que quiere con todo el alma ser el que es,

hace con toda el alma todo lo que hace.

Es el mejor… hace lo mejor.

Y cuando nos hizo semejantes a él,

espera que pongamos el alma en ser los que somos

y que pongamos el alma en todo lo que hacemos.

Debe ser un momento particularmente feliz para Él

cuando alguien comprende que

amarle con todo el alma, con todo nuestro ser

es la manera más maravillosa de ser.

¿Dónde hay mayor libertad: en poder no ser los que somos

o en querer con toda el alma ser los que somos?

¿Nos importa algo no poder ser otros

o no poder llevar una vida diferente,

si queremos con toda el alma ser los que somos

y vivir con toda el alma la vida que vivimos?

Parece que en las palabras que les dirige

les esté diciendo: sabéis que os amé con toda mi alma;

y este es mi testimonio: vuelvo a estar con vosotros

apenas mi Padre me ha devuelto la vida.

Sigo viviendo lo que viví, mi vida sigue siendo la misma,

seguís siendo para mí los que siempre fuisteis…

Sigo siendo para vosotros el mismo que siempre visteis que fui.

¡Vosotros sois mis testigos!