viernes, 6 de marzo de 2009

Hemos perdido nuestras raíces, nuestra lengua...


En el lenguaje de Dios,
las cosas tienen otro significado:
Reino es familia, súbditos son hijos
reyes son servidores…
Constructores del Reino
se entiende constructores de familia.
Si un hermano tuyo tiene algo contra ti,
se traduce “si alguien tiene algo contra ti”.
En el campo de Dios hay otras reglas;
nosotros las llamamos Ley de Dios,
Bienaventuranzas… en el fondo “Evangelio”.
Y no es fácil cambiar nuestras reglas;
Jesús ya le dijo a Nicodemo: “Hay que volver a nacer”
Yo, hoy, para mí, he descubierto algo importante.
Tardé un poco en decidirme,
pero al final se lo dije a Dios: “Te doy el que que soy”
todo lo que soy… Me parecía demasiado,
pero hoy he descubierto lo que hay detrás…
Le damos a Dios “el que somos”,
y Él a cambio nos da “el que siempre debimos ser…”