lunes, 16 de marzo de 2009

Pudo ser su pueblo... pero sólo vieron en él a un niño pobre

Jesús no puede no haber amado al Padre
desde el principio con todo su corazón.
De niño, de joven, de adulto...
Era desde el principio el Hijo amado, el predilecto.
y Jesús respondía a ese amor, amando al Padre
con todo su corazón, con toda su alma, con todo su ser.
Parece como si el primer mandamiento
fuera la descripción del amor de Jesús por el Padre.
Dios confió a su Hijo a una madre,
a un padre, a un pueblo, a su pueblo Nazareth.
Los convecinos no vieron seguramente
casi nada en él.
Era un niño encantador,
que ciertamente llamaba la atención de todos;
pero era un niño pobre que, en aquel tiempo,
era el equivalente a un "pobre niño",
en el que Dios parecía no haber parado su atención...
¿No es este el hijo de José...?
Una familia pobre era casi sinónimo
de abandonada de Dios.
De pequeño era sólo eso, hijo de José;
sólo ahora parece que quieran recordarle
que aquel es su pueblo... ellos los primeros.
Parece que Jesús quiera decirles:
Dios que quiso que yo viviese en este pueblo,
ya os dio a vosotros la oportunidad
de que pudierais reconocerme,
y convertiros en el pueblo de Dios,
en el que Dios pudiera mostrarse a todos.
Pero vosotros preferisteis vuestras ideas,
vuestra visión de Dios,
renunciasteis a ver en mí al profeta, al Enviado.
Hasta ahora había estado entre vosotros;
ahora me debo a todos,
y a todos he de llevar la salvación de Dios.