jueves, 19 de marzo de 2009

San José no fue un Padre de adorno...

María fue elegida; ¿no fue elegido también José?
María fue Virgen; ¿no lo fue también José?
¿Acaso podéis pensar que María vivió su virginidad
y que José sólo soportó la suya?
Podemos imaginar, hacer hipótesis.
¿pero podemos dudar de que los dos
vivieran plenamente su vida, su vocación?
Podéis definir como queráis las palabras bueno, justo;
pero si Mateo llama así a José en el Evangelio,
es que lo era a los ojos de Dios.
Seguro que fue difícil para José
aceptar que fuera hijo de Dios
el hijo que esperaba su mujer,
sabiendo que él no era su padre.
Pero tenía dos grandes razones
para aceptar que era verdad:
La primera y más importante
era la palabra del Ángel, que era palabra de Dios.
La segunda no era una razón para desechar:
su mujer era María... Nunca dudaría de ella.
Podía no entender, pero nunca dudar.
No sé lo que pensaréis,
pero yo me descubro ante los dos.
José no fue un padre de adorno.
Dios le llamó a que lo fuera.
¿creeréis que no hizo de él el mejor de los padres?
¿O pensáis que Dios no puede hacer padres
cuya paternidad supere con creces la biología?
Seguro; si Dios se viera en la necesidad
de volver a elegir,
seguiría eligiendo a María y José.
Otro misterio que más de una vez
me ha preocupado...
¿Por qué costará tanto aceptar
que somos hijos de Dios,
sólo porque somos hijos
de nuestra madre y de nuestro padre?
¿Nunca os lo habéis preguntado?